Fue uno de los cultivos de cereal más antiguos domesticados por el hombre. Tanto, que se encontraron rastros de su almacenamiento en unas excavaciones al suroeste de El Cairo, que dan cuenta de que ya la consumían entre los años 10.000 y 5000 a.C.
Los datos más certeros son de China (en el año 2800 a.C.) y de otros pueblos como el egipcio, el griego y el romano (con ella se alimentaba a los gladiadores), en algunos de esas civilizaciones era considerada como un alimento sagrado.
A través de los años y con los cambios de época se fue calificando como comida de pobres. Así, de a poco fue perdiendo su fama, ya que el trigo era el cereal elegido por las clases opulentas.
Por suerte, en la actualidad ha recuperado su prestigio, debido a que se sabe todos los beneficios que aporta a la salud. Además de contener fibra, muy conveniente para el aparato digestivo, este cereal aporta 8 de los aminoácidos esenciales que necesita nuestro cuerpo.
La cebada
es un cereal que tiene propiedades emolientes, refrescantes y depurativas.
Perteneciente
a la familia de las gramíneas, se conoce que fue uno de los primeros cereales
cultivados en los márgenes del Mas Caspio.
Es rica
en antioxidantes como las vitaminas C y B, que aumentan la destrucción de las
grasas, reducen la cantidad de tejido adiposo. Además, su alto contenido en
oligoelementos como el hierro, azufre, cobre, zinc y manganeso la convierten en
un aliado para proceso de crecimiento.
Si se
cocina de 15 a 30 gramos en un litro de agua, el líquido se puede emplear para
hacer gargarismos cuando se tiene inflamación en la garganta.
Además,
el agua de cebada con limón es muy efectiva para tratar problemas en los
intestinos y en el tracto urinario, combate el estreñimiento.
En
Inglaterra el agua de cebada es un remedio para las gripes y refriados. Humecta
y suaviza la tos.
Te invito
a preparar agua de cebada. Es muy refrescante. Hipócrates hacia uso de ella.
La cebada es un cereal altamente recomendable,
dada sus excelentes propiedades terapéuticas y nutricionales, sobretodo en
primavera-verano ya que nutre, relaja y refresca el hígado y la vesícula
biliar. Se ha de incluir la lista de cereales de uso regular aunque a menudo es
"la gran omitida". Con esto quiero decir que se suele ensalzar
los beneficios del arroz, por ser el cereal más equilibrado, del mijo por su
gran aporte energético o de la quinoa (aunque no sea un cereal) por su
ligereza y digestibilidad, pero se suele a menudo olvidar la cebada. Vamos a ver que la cebada nada tiene que
envidiar a las características citadas.
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