miércoles, 29 de mayo de 2019

De donde proviene el cambio para Venezuela?


Hemos llegado a un punto en donde la desesperación por un cambio de gobierno es lo que prima, pero ¿nos hemos hecho conscientes realmente de la contribución que cada uno ha dado para que la situación de Venezuela se sostenga y se mantenga? 

Notemos, la mete colectiva venezolana está muy cargada de odio, miedo, tristeza, rabia y deseo de venganza, en cierto modo podría hablarse de revancha. El pensamiento es energía y de forma colectiva crea una entidad psíquica autónoma llamada egregor. Sobre Venezuela se ha creado un gran egregor, producto de la no decantación de estos sentimientos y emociones negativas de cada uno de los venezolanos, en especial aquellos que viven en carne propia la realidad del país. 

Entonces para iniciar un proceso de cambio lo primero que debemos hacer cada uno de nosotros es soltar el odio, la tristeza, la venganza, la rabia y todos los sentimientos adversos, soltar los señalamientos, los juicios, el insulto, verbal y mental. La magia negra en Venezuela, los magos negros en Venezuela, hemos sido todos y cada uno de los venezolanos que han sentido en su corazón y en su mente toda esta basura de pensamientos y emociones.

Es sumamente importante que podamos entender que la magia negra se ha emitido de cada una de las mentes de nosotros con la división y la ilusión de separación. Esta forma de pensamiento es lo que ha creado esa bruma, la confusión ha sido guiada por aquellos que se han mostrado como gurús y canalizadores y que han fomentado la parcialización para alguno de los bandos. Esa es la bruma que hay que deshacer, la idea de la separación y dejar de señalar a quien está puesto como blanco y es llamado usurpador. Cada venezolano debe deshacer la separación creada por la misma mente y darse cuenta que ninguno de los bandos tiene la razón. Es una lucha de intereses que ha manipulado la mente de toda una masa crítica que, con su confusión y caos, ha creado más confusión y caos. Así pues, en lugar de señalar hacia afuera, observar cuales son mis pensamientos y emociones y sanarlos dentro de mí. 

Los apagones eléctricos han sido una oportunidad para que las personas dejen de estar viendo y escuchando lo de afuera, para que suelten teléfonos, televisores, internet, etc.. y comiencen el trabajo interno de silencio, de meditación y de conexión con la unidad. Cada vez que se caen las redes eléctricas es cuando las familias comienzan a hablar entre sí, es cuando los vecinos comienzan a visitarse entre sí, solo que la mayoría en lugar de lugar de hacer trabajos de luz están haciendo trabajos de oscuridad, con la queja, con la crítica, con la mala palabra, y hay que hacer justo todo lo contrario. Cada vez que ocurre una situación apremiante mucha gente con su pensamiento y con su verbo comienza a maldecir o insultar. En tal sentido solo la justa acción contraria puede contrarrestar el efecto negativo de este hecho,  debemos bendecir! Debemos retornar a la palabra sagrada que en Venezuela ha sido bendición, bendecirnos entre nosotros mismos y bendecir cada situación, agradecerla y verla como una oportunidad de crecimiento. Bendecir incluso a aquel que mi mente considera el enemigo, si soy de un lado bendecir al del otro lado.

Sé que no es fácil llegar a este grado de luz y entendimiento, pero es el primer paso que debemos dar si queremos realmente ser magos de luz y cocreadores de una realidad distinta. Hacer un trabajo profundo interno con nuestros propios pensamientos para poder volver a la luz de la conciencia y unificar nuestros actos. 

Si nosotros todavía estamos sintiendo que el cambio sólo tiene que venir de un cambio en la silla presidencial, de un cambio político, de un cambio externo, entonces no hemos aprendido nada. Tenemos que comenzar a hacer el verdadero trabajo de luz para el cual se dispuso esta situación: como verdaderos magos blancos ponernos firmes con nosotros mismos y no permitir que pensamientos oscuros de otras personas y otros intereses, porque estamos siendo manipulados por intereses, tanto de un lado como del otro, nos impulse a salirnos de nuestro centro. Soltar la idea de que tenemos que engancharnos a un lado o al otro y dejar de verle rostro a quien tiene que hacer las cosas, porque ese rostro lo encontraremos en primera instancia frente al espejo.

No somos nosotros quienes vamos a decidir quién es la persona correcta para dirigir el destino de la nación, no mientras tengamos las mentes y corazones cargados de tanta basura. El nuevo destino de la nación va a surgir de una madurez verdadera de la conciencia de Venezuela, conciencia mente, Venezuela como ser, de la fuerza de vibración que esté emanando como unidad la mente colectiva, el campo morfogenético llamado Venezuela. Un trabajo profundo de perdón a nosotros mismos, por todos los pensamientos que hemos emanado y enviar luz a los personajes que protagonizan la vida política en Venezuela, dejando de recrear lucha, batalla y guerra en nuestras mentes


Redacción en apoyo a canalización de Jaimie Quintero.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario