jueves, 6 de junio de 2019

Donde sea que Dios te haya plantado... Florece!


Para quienes vivimos en Venezuela esta idea podría ser utópica. Resulta fácil, y es la tendencia, engancharse en las adversidades que atravesamos todos como ciudadanos de una nación en crisis. La escasez, la inflación, la pésima calidad de los servicios básicos necesarios para tener una vida digna, el bajo poder adquisitivo; han hecho que poco a poco hayamos cambiado nuestro punto de enfoque de lo que somos y tenemos realmente. Yo particularmente muchas veces me he desanimado y esta simple verdad ha pasado desapercibida: Donde sea que Dios te haya plantado.. florece!
 
 Así de simple es. En nuestro interior yace un poder ilimitado que es capaz de lograr lo inimaginable, lo que creemos imposible, pero antes debemos creer que ese poder existe, que es real y que está a nuestro alcance. Florecer no supone olvidar las condiciones en las que estamos inmersos, sino más bien no dejarnos marchitar por tales condiciones y tener el coraje y la determinación de revelar el brillo que hay en nuestro interior, y así resplandecer todo a nuestro alrededor. Florecer implica tener la valentía de nadar contra corriente para mostrar que el cambio es posible, que la Vida es lo real y que es indestructible.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario