lunes, 17 de junio de 2019

Hasta que el amor nos separe!

Muchas personas tienden a sentir tristeza cuando una relación termina. En la mayoría de los casos las relaciones inician con un amor que surge espontáneamente y cuando llega la despedida ésta se vuelve amarga o difícil de aceptar. Ponemos alma vida y corazón en un proyecto que sentimos durará para siempre y cuando eso no sucede se deviene el pesar, la desolación e incluso la frustración, hasta se llega a experimentar una sensación de fracaso. 


Ahora bien, sucede que cada uno de nosotros lleva dentro un mapa, una ruta a seguir, que nos guía en el propósito de nuestra existencia; y sucede que en el viaje de la vida llegan momentos en el que personas o situaciones, que de alguna manera jugaron un rol importante en nuestra historia, ya no se alinean con nuestro camino evolutivo. En ocasiones, sin darnos cuenta, nos alejamos de nuestra propia esencia tratando de sostener algo que ya la vida ha dispuesto que se debe soltar y dejar fluir. Llegamos a resistirnos al hecho de que aquello que deseamos o con lo que algún día llegamos a vibrar con mucha fuerza, comience a desvanecerse o alejarse de nosotros, y esa resistencia empieza a anegar el camino de una niebla densa que dificulta reconocer el plan original de nuestra alma. Creemos que para nosotros el amor ha terminado, pero la realidad es que siempre ha estado ahí, y justo ahí, más que nunca, se presenta con mayor fuerza para reconducirnos nuevamente al plan original nuestro Ser, para reconectarnos con nuestra verdadera Identidad. 

Cuando algo está destinado para nosotros, pero por alguna razón se aleja, el que retorne o no, va a depender de la soltura y fluidez con la que aceptemos los hechos tal como se presentan y podamos desapegarnos de los deseos de la razón para abrirnos a los designios de la Conciencia. Solo así tal vez un día podamos cruzar destinos nuevamente con aquello que sentimos quedo pendiente y ante la posibilidad de contemplarlo con una nueva mirada tendremos la oportunidad de retomarlo o finalmente reconocer que el camino tomado fue el necesario para avanzar y con profunda gratitud despedirnos y honrar los hechos tal y como fueron. 

La Creación nunca se equivoca en su accionar y lo que en algún momento llega a parecer carente de sentido puede ser el más puro Amor en acción despejando el camino de aquello que nos limita y nos impide nuestra propia realización.

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